¿Cómo influye el sigilo en el rendimiento de un avión de combate?

Mientras Lockheed y la Fuerza Aérea de EE.UU. presionan para promocionar el F-35 en Alemania en el Salón Aeronáutico de Berlín, el director de marketing de Eurofighter, Raffael Klashke, respondió a los periodistas que le preguntaron sobre la falta de sigilo del Typhoon, favorito en la carrera por sustituir al Tornado alemán. Según él, " El sigilo sólo representa el 10% del rendimiento de un dispositivo, Y el Typhoon es mayor en el 90% restante.

De hecho, si el sigilo es eficaz contra los radares “clásicos”, se están implementando varias tecnologías para contrarrestar esta ventaja. La oportunidad de hacer un balance de estas diferentes tecnologías, sus fortalezas y debilidades, y sus probables cronogramas de implementación.

Hoy en día podemos identificar 4 tecnologías de detección de aviones capaces de contrarrestar el sigilo utilizado en aviones como el F22, F35, J20, J31 o Su57. Se trata de :

  1. Radares de baja frecuencia: 

Esta es la solución más sencilla y rápida de implementar. Los radares que funcionan en las bandas VHF y UHF, con una longitud de onda entre 10 y 80 cm (es decir, una frecuencia entre 300 MHz y 1 GHz), se benefician de un fenómeno de resonancia muy sensible en determinadas partes de los dispositivos furtivos, como las aletas y las aletas. La precisión de estos radares es significativamente menor que la de los radares de alta frecuencia, lo que hace que durante mucho tiempo se los considere inadecuados para la detección y el control de incendios. Sin embargo, hoy en día, con los radares AESA, las variaciones de frecuencia de una misma radiación, asociadas a las capacidades de procesamiento informático, permiten superar este problema. En cualquier caso, este es el argumento que esgrimen el nuevo Grumman E2-D Hawkeye, o su homólogo chino, el KJ600, ambos con radar AESA en la banda UHF. Gracias a los enlaces de datos modernos, estos dispositivos no sólo pueden detectar dispositivos furtivos y misiles, sino también disparar misiles tierra-aire o aire-aire contra estos vectores. Rusia y China también han iniciado el despliegue de radares de baja frecuencia en sus cadenas de detección terrestre, en particular para el S-400 ruso.

  • Radares de detección pasiva

Estos radares utilizan radiaciones electromagnéticas ligadas a actividades humanas, como la red GSM o TNT, para detectar aviones y misiles, incluidos aviones furtivos, que no fueron diseñados para este tipo de frecuencia. Esta solución es muy eficaz, en la medida en que el radar no emite ninguna radiación y, por tanto, es perfectamente invisible para los detectores de radar de los aviones de combate, que no saben haber sido detectados. Sin embargo, requiere la presencia de actividades humanas relativamente densas, lo que prohíbe su uso en zonas escasamente pobladas o en los océanos. 

Muchos países tienen proyectos de investigación sobre el tema. China ya ha lanzado al mercado un radar pasivo basado en esta tecnología y parece que ha desplegado un satélite de detección que también utiliza radiación de origen humano para detectar aviones y misiles.

  • Radares cuánticos

Los radares cuánticos todavía son experimentales y Canadá ha anunciado una inversión de 2,7 millones de dólares para desarrollar esta tecnología. Esta tecnología, todavía muy experimental, se basa en la observación de un fotón de microondas unido mediante entrelazamiento cuántico a un segundo fotón impulsado hacia la zona de detección. Si este fotón nómada encuentra un obstáculo, su trayectoria y su estado se verán alterados, lo que provocará los mismos cambios en su fotón “testigo”, permitiendo detectar con precisión, mediante bombardeo, información sobre un objetivo. Esta tecnología, muy prometedora, no estará operativa hasta finales de la próxima década, pero supondrá un golpe decisivo a las tecnologías furtivas actualmente conocidas.

  • detección electroóptica

Los radares actuales, ya sean de alta o de baja frecuencia, tienen todos el mismo punto débil: es posible detectar su emisión a una distancia mucho mayor que su rango de detección. Esta es la razón por la que los buques de guerra y los aviones de combate a menudo no utilizan sus radares de forma activa y simplemente detectan la radiación de un adversario potencial para determinar su posición. En este contexto, la identificación de un objetivo suele depender de una confirmación visual. Aquí es donde dispositivos como OSF (Front Sector Optronics) Rafale aporta una ventaja importante, porque son capaces de identificar un avión o un barco a varias decenas de kilómetros de distancia, con potentes cámaras electroópticas multiespectrales. Esta tecnología, sin embargo, tiene sus propias limitaciones, por ejemplo, requiere una nubosidad baja para ser efectiva. Pero un avión de combate que no tenga un sistema electroóptico de alto rendimiento, como el F35, sin duda estará en desventaja a media distancia frente a un oponente que esté equipado con uno, como el Su-35.

Vemos que el sigilo está lejos de ser una capa de invisibilidad que hace que un dispositivo sea invulnerable. Por el contrario, es probable que esta tecnología pierda rápidamente su interés operativo. Por lo tanto, se trata de un argumento muy relativo a la hora de elegir un avión que se espera que opere durante varias décadas en una fuerza aérea.

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