Después de 10 años de una relación tensa y llena de idas y vueltas, la India finalmente suspendió su participación en el proyecto FGFA, la versión india del caza Su-57 que actualmente está desarrollando Rusia. Este anuncio es sólo una sorpresa a medias, ya que los obstáculos han seguido cubriendo este proyecto desde su lanzamiento. También marca la distancia cada vez más marcada entre India y su tradicional aliado, Rusia, en un contexto de acercamiento entre Moscú y Beijing. Además, la IAF, la Fuerza Aérea de la India, que se enfrenta a numerosos problemas de fiabilidad con sus 250 cazas polivalentes Su-30 MKI, ha seguido intentando cancelar este contrato, que ya le habrá costado a la India más de 3 millones de dólares. , para invertir en dispositivos “como el Rafale », en palabras del Jefe de Estado Mayor de la IAF.
Si el Rafale El francés cuenta con el apoyo efectivo de la IAF y tiene ventajas notables en el mercado indio; la ofensiva diplomática, comercial y de comunicaciones liderada actualmente por los Estados Unidos y las industrias de defensa estadounidenses en la India, erosiona cada día la ventaja de este avance. La falta de firma de un contrato de Defensa y, en particular, de una orden adicional de Rafale esperado tanto por Dassault como por la IAF, es una señal de este esfuerzo, que explota a la oposición india, al tiempo que intenta seducir a la opinión pública, para poner al gobierno de Moodi a la defensiva en esta cuestión.