Si bien hoy en día, la mayoría de los 65 submarinos utilizados por la Armada rusa son heredados de la era soviética, como el SNA Akula, el SSGN Oscar, el SNLE Delta y el SSK Kilo, comenzaron a entregarse nuevas clases de submarinos -marineros, como como el SSBN Borei, el SNA Iassen o el SSK Lada.
Pero más allá de estos nuevos submarinos que simbolizan la renovación de la industria naval rusa, está desarrollando una nueva clase de sumergibles que constituirán el corazón de la marina rusa más allá de 2030: la clase Husky.
Presentado como un submarino de quinta generación, el Husky será una clase ejecutiva polivalente, permitiendo producir submarinos de ataque, submarinos que utilizan misiles de crucero de largo alcance y submarinos de lanzamiento de misiles balísticos.
El desarrollo de la clase Husky se produce al mismo tiempo que el de las armas de nueva generación, en primer lugar el misil hipersónico antibuque Zircon, que puede ser lanzado desde un barco, un submarino o un avión. Dado que superará Mach 8 en la fase final y tendrá un alcance de 1000 km, el Zircon, cuyo prototipo fue probado el año pasado, no puede ser interceptado por ninguno de los sistemas antimisiles existentes en la actualidad.
Rusia también está desarrollando el torpedo autónomo Status-6, ahora llamado Poseidón. Impulsado por una sala de calderas nuclear en miniatura, se dice que este torpedo tiene un alcance de más de 6000 km, suficiente para cruzar el Océano Atlántico. Totalmente autónomo y capaz de alcanzar profundidades superiores a los 1000 m, lleva una carga nuclear o convencional. Así equipado, podría cumplir numerosas misiones, pero es su capacidad de imponer un bloqueo a un puerto militar o civil la que parece más eficaz. Cabe señalar que algunos expertos han planteado la hipótesis de que esta arma podría utilizarse para desencadenar movimientos tectónicos o sísmicos capaces de provocar tsunamis, mientras que otros consideran que esta idea es descabellada.
Vemos que, tanto en términos de guerra submarina como de combate blindado o superioridad aérea, Rusia ha podido concentrar sus recursos para desarrollar sistemas de armas y tácticas que aprovechen al máximo las debilidades de su adversario potencial, es decir, la OTAN. Esta es una de las razones por las que un país, económica y demográficamente inferior a los miembros europeos de la OTAN, logra imponer una intensa presión militar a Europa, requiriendo la protección permanente de Estados Unidos.