Si hay un área en la que la industria de defensa rusa es, por decir lo menos, discreta es en el desarrollo de sus drones de combate aéreo, o UCAV, por sus siglas en inglés, Unmanned Combat Air Vehicle. Actualmente se conocen dos proyectos:
- el proyecto UCAV de reconocimiento armado Sokol/Tranzas de 5 toneladas
- el proyecto Sukhoi Okhotnik (caza) de 20 toneladas
Es este último proyecto el que nos interesa hoy, ya que el fabricante Suckhoi anuncia que el prototipo podrá comenzar las pruebas de vuelo a finales de año.
Se sabe muy poco sobre este proyecto, salvo que se trata de un dron de combate furtivo, de 20 toneladas de peso, y que está destinado a colaborar con el Su-57. Impulsado por el motor Saturn Al31F que equipa los Su-27 y Su-30, alcanzaría la alta velocidad subsónica de 1000 km/h, para una impresionante autonomía de 6000 km.
Con este anuncio, Rusia demuestra que tiene la intención de permanecer en la carrera, enfrentándose a los proyectos estadounidenses y especialmente chinos, este último que ahora desarrolla nada menos que 7 programas UCAV furtivos en paralelo.
Esto también demuestra que, si Europa y Francia tuvieron una ventaja en este campo con el demostrador Neuron, ésta se desvanecerá rápidamente si el proyecto FCAS, inicialmente franco-británico y previsto para estar operativo en 2030, se integra en el FCAS franco-alemán. proyecto con fecha de puesta en marcha aplazada hasta 2040.
Si este es el caso, Europa corre el riesgo de reproducir el escenario de los drones MALE, como muchos otros temas, o inicialmente nos engaña con mucha anticipación, para luego verse degradada por falta de convicción.