Con el paso de los días, Venezuela se vuelve más el teatro de una oposición entre los resurgentes bloques geopolíticos. Y los dos bandos que chocan en el país no dejan de mostrar sus respectivas lealtades.
Así, según el representante del parlamento venezolano en la Organización de Estados Americanos, Gustavo Tarre Briceno citado por la agencia TASS, el nuevo gobierno del país tendrá que renegociar todos los contratos de armas con Rusia muy rápidamente. Según él, los contratos entre los dos países son particularmente opacos y el equipo provisto no respeta los contratos firmados. Se refiere así a los Su-30 que no incorporan las mejores tecnologías, ya la bajísima disponibilidad de helicópteros de origen ruso en servicio en las fuerzas armadas.
Las autoridades rusas, por su parte, se contentan con señalar que la deuda de Venezuela con Rusia era casi igual a la cantidad de equipos vendidos, por lo que por el momento nada de lo entregado habría sido pagado.
Si Rusia está expuesta a una suma de 3 millones de dólares en relación con la deuda venezolana, esto es muy poco en comparación con los 20 millones de dólares en exposiciones chinas. Sin embargo, ni China ni Rusia parecen dispuestas a aumentar significativamente la ayuda económica al país, ni siquiera para salvar al régimen del presidente Maduro. Si bien Estados Unidos acaba de anunciar un conjunto muy significativo de sanciones contra el país, congelando la mayoría de sus activos en el extranjero, la posición del presidente Maduro parece cada vez más inextricable.