Según se informa, el dron iraní se encontraba a una “distancia amenazadora” del buque de asalto anfibio estadounidense USS Boxer, que cruzaba aguas internacionales alrededor de las 10 a. m. hora local del 18 de julio de 2019. Según el presidente de los Estados Unidos, fue “inmediatamente destruido”. , Donald Trump.
Sin embargo, esta afirmación fue matizada por funcionarios del Pentágono. Parece que, además de su armamento convencional (lanzadores antiaéreos RIM-116 y RM-7, torretas de defensa cercana CIWS Phalanx, etc.), el USS Boxer también está equipado con medios electrónicos de interferencia y, más concretamente, con Sistema Integrado de Defensa Aérea Marina Ligera (LMADIS).
Originalmente compuesto por dos vehículos todo terreno MRZR (uno responsable de la detección y otro del mando), el LMADIS puede, según un oficial de la 11.ª Unidad Expedicionaria de los Infantes de Marina, detectar, rastrear y derribar drones mediante ataques electrónicos. Aunque esta tecnología debía completar su despliegue en Oriente Medio a finales de mayo, varios observadores notaron su presencia en la cubierta del USS Boxer en fotografías publicadas ese mismo día.
El incidente tuvo lugar apenas 28 días después de que Irán derribara un RQ-4 Global Hawk de la Marina estadounidense en la misma zona. Esta estrecha franja de agua fronteriza con Irán, de casi 162 kilómetros de largo y entre 96 y 39 kilómetros de ancho, se encuentra una vez más en el centro de las tensiones en la región.
El Estrecho de Ormuz, por el que pasa casi un tercio del flujo total de gas licuado y el 20% del consumo mundial de petróleo, es una zona muy estratégica para el comercio internacional que ya ha sido objeto de numerosas crisis a lo largo del paso.
Los distintos actores temen una conflagración general en la región en un contexto de crisis diplomática tras la retirada de Estados Unidos del JCPOA (el acuerdo nuclear iraní) el 8 de mayo de 2018.
Jean Lebougre
Especialista en guerra cibernética