Aspirando a reequilibrar la asociación con los Estados Unidos con el objetivo de independizar a Europa del sistema GPS americano de aquí a 2020 –al menos para ofrecer una alternativa– el sistema satelital Galileo ha estado cerrado desde el 11 de julio. Este incidente plantea preocupaciones reales sobre la capacidad de los europeos para garantizar la integridad de su sistema de satélites y su propia autonomía en la toma de decisiones militares.
Según el comunicado de prensa delAgencia Europea de Sistemas de Navegación por Satélite (GSA) de 15 de julio de 2019, el sistema europeo de posicionamiento por satélite Galileo « se encuentra actualmente afectado por un incidente técnico vinculado a su infraestructura terrestre » haber provocado « una interrupción temporal de los servicios iniciales de navegación y sincronización ". Aunque ya se conoce el fallo, la Comisión Europea, la única autorizada a comentar sobre el tema, quiso tranquilizar subrayando que el objetivo mismo de la fase piloto es probar la solidez del sistema. Tenga en cuenta que no se ha comunicado ninguna información sobre la naturaleza o causa del incidente. De hecho, el incidente es grave y difícilmente oculta la vergüenza de una Europa que busca reducir su dependencia de los sistemas extranjeros.
En effet, Galileo es el ejemplo perfecto del sistema satelital que ofrece una fuerte capacidad de decisión a las autoridades de manera soberana. Aunque está diseñado para un propósito exclusivamente civil, ofrece un servicio seguro reservado para usos gubernamentales porque dicho sistema es simplemente esencial para las necesidades militares. Por ejemplo, hoy en día el guiado de los llamados misiles “inteligentes” sólo se puede realizar mediante el uso del sistema GPS. Las fuerzas francesas llegaron así a un acuerdo con Estados Unidos beneficiarse de las señales de su sistema GPS, pero en cualquier momento los estadounidenses se reservan el derecho de degradarlos. Para compensar esta dependencia el sistema europeo Galileo se supone que aportará un valor añadido real, un elemento clave en la autonomía de la toma de decisiones.
Aunque las imágenes espaciales se han convertido en una herramienta esencial para las decisiones político-militares a nivel estratégico pero también a niveles operativos inferiores, no debemos olvidar que el verdadero centro de gravedad de un dispositivo se encuentra en tierra. En el presente caso, es la estación de Fucino la que constituye el epicentro de la avería y este incidente nos recuerda un elemento que todavía parece poco comprendido por los políticos: las estaciones terrestres, pero también la herramienta industrial que produce las infraestructuras necesarias para el lanzamiento. de plataformas orbitales son todos objetivos potenciales y vulnerables. Por lo tanto, en una lógica de confrontación espacial cada vez más asertiva, existe una necesidad imperativa de proteger las infraestructuras espaciales en tierra.
Este incidente nos recuerda la fragilidad de un lugar que es esencial para nuestra vida diaria y para la buena salud de nuestras economías, pero que ha sido utilizado como arma desde hace varios años. La dependencia de nuestras sociedades del espacio parece gigantesca y, sin embargo, las amenazas y vulnerabilidades nunca han sido tan significativas. Esta observación exige una evolución necesaria de nuestra doctrina sobre el uso del Espacio porque garantizar el orden en el Espacio significa garantizar la seguridad en la Tierra. En este sentido, el paso de Francia hacia una doctrina espacial "ofensiva" va en la dirección correcta, pero esta iniciativa debe necesariamente ir acompañada de una estrategia espacial a gran escala acompañada de un esfuerzo presupuestario acorde con nuestras ambiciones.
NB: desde que se escribió este artículo, la señal de los satélites Galileo ha vuelto a la normalidad. Por el momento, todavía desconocemos los motivos de este importante mal funcionamiento.
Axel Trinquier – Especialista en temas de defensa europea