Según los canales públicos chinos, transmitidos por el sitio estatal Global News, el segundo portaaviones de la Armada china, identificado alternativamente como Tipo 001A y Tipo 002, es capaz de desplegar una flota de 36 cazas polivalentes embarcados pesados J-15, un dispositivo muy inspirado en el Su33 ruso.
Esta capacidad de carga útil representa un aumento del 50% respecto a su predecesor, el Liaoning, identificado como Tipo 001, que sólo puede implementar 24. Aunque el Tipo 001A, que todavía no ha recibido un nombre de bautismo, y que está completando sus pruebas en mar, está diseñado sobre el mismo casco que el Lioaning, los astilleros chinos aprovecharon esta construcción totalmente local para prever la cubierta de vuelo, las infraestructuras y los hangares, para aumentar significativamente el espacio disponible y, por tanto, la capacidad operativa del edificio.
Según declaraciones de funcionarios chinos, es necesario disponer de unos cuarenta aviones de combate para garantizar la superioridad aérea en una zona de enfrentamiento y, por tanto, el Type001A podrá conseguirlo. Estas declaraciones son evidentemente muy doctrinales y no hay duda de que las armadas francesa o británica no comparten esta visión. Sin embargo, nos dice que el Liaoning no está destinado a ser utilizado como arma de proyección, mientras que el Tipo 001A y el nuevo portaaviones CATOBAR que se construye actualmente en los astilleros chinos, que con toda probabilidad serán más imponentes que los Tipo 001. estar destinado a esta misión. Por lo tanto, el Liaoning se considera cada vez más como un edificio destinado a la formación y al fortalecimiento del personal y, en particular, de los pilotos de la aviación naval china. Así, desde su entrada en servicio, ya ha permitido formar y acompañar a 10 clases de pilotos a bordo, es decir, entre 100 y 150 pilotos cualificados. Además, ya se han realizado a bordo varias sesiones de calificación nocturnas y en condiciones meteorológicas adversas. La Armada china tiene, por tanto, sus “búhos”, apodo dado a los pilotos de caza embarcados franceses con cualificación para aterrizaje nocturno.
Tenga en cuenta que nada permite, hoy en día, certificar que la Armada china dispondría efectivamente de estos 36 J-15 que podría embarcar en el Tipo 001A, y menos aún de los 64 a 88 que serían necesarios para mantener una capacidad de proyección permanente de 24 hasta 36 dispositivos. De hecho, por el momento, parece que apenas se han construido poco más de veinte J-15 desde 2013, de los cuales dos ejemplares fueron destruidos en accidentes. Sin embargo, es posible, e incluso probable, que la producción del J-2 se acelere con la entrada en servicio operativo del segundo portaaviones chino y la cualificación de más pilotos.
A los astilleros chinos sólo les llevó dos años y medio construir el portaaviones Tipo 2A, y la construcción del Tipo 001 ya está muy avanzada. Es probable que su lanzamiento se produzca a principios de 003, para su entrada en servicio activo en 2020. Si se mantiene este ritmo, y nada indica que no será así, la Armada china tendrá por tanto de 2022 a 3 portaaviones equipados con catapultas operativas, incluidos probablemente 4 con propulsión nuclear, así como 2 portaaviones Tipo 2/A en 001, igualando efectivamente las capacidades de combate de la Armada de los EE. UU. en la zona del Indo-Pacífico. Entendemos el afán de los japoneses y coreanos por tener portaaviones capaces de operar F2030B, a fin de mantener un equilibrio de poder favorable contra China.