Esta es una información que debe tomarse con extrema precaución, revela el blogger indio @Aryanwarlord en Twitter, en general bien informado y cercano al poder de Narenda Modi. Según él, el gobierno indio está a punto de realizar un pedido global de 200 aviones. Rafale, es decir, 114 aviones para el contrato MMRCA II para el Ejército del Aire, 57 Rafale M para la aviación naval india y 29 aviones para completar los 36 ya encargados y sustituir completamente la flota de Mirage 2000 de aquí a 2030.
Este contrato alcanzaría la faraónica cantidad de 30 mil millones de dólares, repartidos en 12 años, entre 2022 y 2024. La producción deberá realizarse en un 75% en la India, lo que corresponde a lo que Dassault y sus socios vienen preparando desde hace varios años, y que permitirá a la industria india fortalecerse en muchas áreas. Un artículo de otra fuente., parece ir en la misma dirección, aunque la hipótesis de transferencia de la línea de montaje Rafale en la India me parece bastante sorprendente, por no decir irrelevante.
Las oportunidades de colaboración no terminarán con la finalización del contrato, ya que ya habría discusiones sobre el programa AMCA, el programa indio de aviones de quinta generación que verá la luz en la década de 5.
Por último, la anunciada presencia del Primer Ministro indio en Biarritz, invitado por el Presidente francés con ocasión del G7, para hablar de “cooperación militar” (entre otras cosas), parece crear un conjunto de presunciones sólidas. Sólo queda llegar a una posible confirmación, o desmentido, por parte de alguno de los actores. Este anuncio también podría servir a los intereses del presidente Modi en términos de política interna, al desacreditar en gran medida a sus oponentes que anteriormente habían intentado explotar el contrato con fines políticos. Además, en estos tiempos de tensiones con Pakistán y China, la necesidad de renovar la fuerza aérea india se había vuelto crítica, y la Fuerza Aérea India había seguido destacando las prestaciones de los aviones de Dassault.
Por otra parte, sería un duro golpe para los estadounidenses, que esperaban aprovechar este contrato para inclinar definitivamente a la India hacia el bando occidental. La reacción de los Estados Unidos ante este posible anuncio será ciertamente interesante, y no sería sorprendente que resurgieran las amenazas de aplicación del CAATSA en relación con el pedido de los S400 rusos por parte de Nueva Delhi.
Por lo tanto, debe seguirse con interés…