Taipei tiene poca intención de ser paciente con respecto a sun pedido de 66 F16V validado por el Departamento de Estado el 20 de agosto, y que pronto deberá recibir la aprobación del Congreso americano muy pronto. De hecho, las autoridades taiwanesas han informado a sus homólogos estadounidenses de su intención de concluir las negociaciones lo antes posible y acelerar al máximo los procedimientos de entrega de los equipos encargados.
Este anuncio se produce mientras, al margen de los preparativos para el desfile del 1 de octubre con motivo del 70º aniversario del nacimiento de la República Popular China, han aparecido varias fotografías de nuevos equipos chinos. Así, el desfile incluirá un componente de drones, con el ya conocido drone MALE Wing Loong, pero también el drone de combate furtivo Sharp Sword, así como un nuevo drone que tiene los atributos de un dispositivo de alta velocidad, y que se identifica por observadores de drones supersónicos. Los misiles balísticos también estarán en el centro de atención, en particular los misiles balísticos antibuque de medio alcance DF26 y el misil intercontinental DF41 que sustituirá al actual misil DF5. El DF41 es un misil balístico de 80 toneladas lanzado desde una plataforma móvil, y puede alcanzar objetivos a más de 13.000 kilómetros de distancia transportando hasta 10 MIRV de 20 a 150 kt. Además, las fotografías del progreso de los trabajos en el primer LHD chino Tipo 075 muestran un progreso rápido y significativo, y confirman la puesta en marcha del edificio a finales de año, con una entrada en servicio probablemente a finales de 2020 o principios. de 2021.
Todo parece indicar que Pekín apoya con determinación la rápida modernización de sus fuerzas armadas y, de hecho, pronto podrá combinar el poder numérico vinculado a su formato con el vinculado a la implementación de equipos modernos y eficientes, lo que plantea amenazas existenciales. a la isla independiente de Taiwán. Porque si las autoridades de la isla saben muy bien que nunca podrán prevalecer a largo plazo contra las fuerzas de Beijing en un conflicto convencional, también saben que si resisten lo suficiente, darán tiempo a las represalias económicas occidentales. para debilitar la determinación de Beijing frente a su población, e incluso puede beneficiarse, si es necesario, del apoyo militar de Estados Unidos o incluso de todo el campo occidental.
Se trata, pues, de una carrera contra el tiempo que ha comenzado en Taipei para reforzar y modernizar las fuerzas de defensa de la isla, hasta ahora muy frenadas por las vacilaciones americanas y europeas para no ofender a Pekín, frente al dinamismo chino que alcanzará, en en los próximos años, el potencial necesario y suficiente para apoderarse militarmente de la Isla.