Con motivo de su visita a París para reunirse con la ministra de las Fuerzas Armadas, Florence Parly, el nuevo ministro griego de Defensa, Nikos Panagiotopoulos, firmó una carta de intención para la adquisición de dos fragatas tipo Belh@rra del Grupo Naval. Las negociaciones sobre este programa, que se refiere a 2 buques + 2 opciones, se llevan a cabo desde hace varios años y hasta ahora estaban bloqueadas por las dificultades presupuestarias que atraviesa Grecia. Con esta firma, parece que se establece un eje de negociación para se ha llegado a un acuerdo financiero definitivo, permitiendo así hacer realidad este programa.
Las FDI griegas serán, según información publicada por el Ministerio de las Fuerzas Armadas, similares en todos los aspectos a las previstas para la Armada Nacional, con la diferencia de que llevarán, además de los 16 misiles Aster 30, los Sylver 50. silo, 8 misiles de crucero furtivo MdCN en el silo Sylver 70. Algunos informes de la prensa griega sugieren que a Atenas también le gustaría reforzar el poder antiaéreo de los barcos, añadiendo un tercer sistema Sylver 50 para aumentar el número de Aster 30. misiles de 16 a 24. El contrato está valorado en unos 1,2 millones de euros, y París habría ofrecido a Atenas convertirse en socio del programa FDI Belh@rra, como lo propuesto en Bruselas con el contrato CaMo relativo a la adquisición del VBMR Griffon y del EBRC Jaguar.
Si la imagen de Grecia quedó muy dañada tras la crisis de 2012, su situación ha mejorado mucho en los últimos años, con una recuperación económica en el horizonte y un presupuesto nacional con un ligero superávit. El nuevo gobierno de K. Mitsotakis también ha iniciado reformas que incluyen importantes reducciones de los impuestos sobre las nóminas, para impulsar el empleo y poner fin al desempleo que todavía afecta al 25% de la población activa. Pero las fuerzas armadas griegas estuvieron entre las más afectadas por las medidas de austeridad impuestas por Bruselas, y especialmente por Berlín, el principal donante del país, que pasaron de un presupuesto anual de 7,5 millones de euros a menos de 4 millones de euros. Al mismo tiempo, el presupuesto dedicado a la Defensa de Turquía, el adversario histórico del país, aumentó de 8 millones de euros a casi 19 millones de euros, y sigue creciendo. Esta brecha ha aumentado los antagonismos entre los dos países en el Mar Egeo, así como en Tracia, alrededor de Estambul.
De hecho, las fragatas FDI Belh@rra podrían constituir un reequilibrio esperado impacientemente frente a Ankara por el Almirantazgo helénico. La combinación de los misiles Aster 30 y MM40 Block III y del radar Sea Fire permitirá, en caso necesario, crear zonas de denegación de acceso, en particular alrededor de islas sensibles como las de Lesbos o Chipre. Los misiles MdCN permitirán a Atenas mantener una capacidad de respuesta contra las infraestructuras estratégicas turcas en caso de escalada, mientras que las capacidades avanzadas de detección antisubmarina del Belh@rra, asociadas a su helicóptero Embedded ASM, podrán neutralizar el submarino. amenaza. Sin embargo, para cubrir todo el Mar Egeo, la Armada Helénica necesitará en realidad 4 FDI, no 2.
Lo cierto es que este anuncio demuestra los avances realizados en esta cuestión en los últimos meses, a pesar de Los esfuerzos de Washington para intentar disuadir a Atenas para realizar esta adquisición. Esto demuestra también la importancia que las autoridades griegas conceden a las relaciones con París, en un enfoque que pretende ser equilibrado entre Francia, Alemania y Estados Unidos. La reunión de los dos Ministros de Defensa también habrá permitido abordar la segunda cuestión crítica de la Defensa que concierne a Francia, el mantenimiento del Mirage 2000 de las fuerzas aéreas griegas, que hoy adolece de falta de piezas de repuesto y que podría beneficiarse de una bienvenida modernización contra el F16 MLU Block 52 de la fuerza aérea turca.
Como tal, la industria de defensa del país podría representar, para Francia, un socio de elección, tanto en el sector naval y aéreo como en el armamento terrestre. El país que podrá ofrecer una solución industrial y financiera viable en el país, probablemente podría convertirse en el socio preferido en la reconstrucción de las fuerzas armadas griegas. Por el momento, son nuevamente Estados Unidos, y no un país europeo, el que muestra mayor entusiasmo en este ámbito.