Si bien se ha llevado a cabo la entrega de los últimos 4 Su-35 prevista para este año 2 meses antes, las autoridades militares han anunciado que pronto realizarán un nuevo pedido de Su35, como continuación del pedido de 50 ejemplares realizado en 2016 y que finalizará en 2020 con la entrega de los últimos 10 ejemplares. La cantidad de dispositivos que se pedirán no se especifica en este momento, pero probablemente rondará entre 48 y 50 copias, como los dos pedidos anteriores. Este pedido permitirá a la planta de aviones de Komsomolsk-on-Amur mantener la producción nominal asegurando la transición a producción del Su-57 Felon, también ensamblado por esta empresa.
Al mismo tiempo, las autoridades rusas confirmaron el próximo pedido de 48 cazabombarderos Su-34, con lo que se completará la flota de 132 aviones que ya están en servicio y los pocos aviones restantes se entregarán el próximo año. En última instancia, las fuerzas aéreas y navales rusas tendrán algo menos de 200 Su-34 cuando La producción en la planta de NAPO en Novosibirsk finalizará.. Una vez realizado este pedido, la fábrica producirá algunos elementos del Su-57, y parece haber sido seleccionada para producir el dron de combate S-70 Okhotnik-B de serie, mostrando de paso el papel decisivo que este avión está llamado a desempeñar en los próximos años en la estrategia aérea rusa.
Probablemente estemos asistiendo a algunos de los últimos pedidos de la prolífica familia Su-27, identificada por la OTAN como Flanker, y que también dio origen al caza polivalente Su-30 y al caza embarcado Su-33. Es posible que se realice un pedido final de Su-35, en particular para mantener la línea de producción en vista de posibles pedidos de exportación adicionales, ya que quedan varias perspectivas por convertir, como Indonesia, l'Egypte, China para un segundo pedido, y posiblemente Turquía.
Por otro lado, será sin duda la última producción del Su-34, a pesar de los buenos resultados operativos registrados En Siria. Ahora parece seguro que no sustituirá a toda la flota de bombarderos tácticos Su-24M, 170 de los cuales siguen en servicio en las fuerzas aéreas y navales rusas y cuya modernización continúa. Probablemente será en par Su-57 S-70 Okhotnik-B para reemplazar los últimos ejemplares en servicio para 2030-2035. Cabe señalar, sin embargo, que la última variante del Su-24, el Su-24M2/MR/MP, está equipada con numerosos equipos del programa "Gefest" y, por tanto, ha aumentado considerablemente sus prestaciones, con una cabina modernizada, un nuevo sistema de navegación sistema SPV-24 y nuevas municiones de precisión, incluido el misil antibuque Kh31 y el misil de crucero Kh59.
Si el Ministerio de Defensa ruso mantiene su producción de cazas y cazabombarderos pesados de la familia Flanker, como ha reiniciado la producción de Bombarderos estratégicos Tu-160M2 y la modernización de 60 Bombarderos de largo alcance Tu22M3M, guarda un espectacular silencio sobre la sustitución de unos 280 cazas ligeros Mig-29, de los cuales 24 Mig29K pertenecientes a la aeronáutica naval, que sin embargo representan cerca del 20% de su flota total de cazas y cuya vida útil se avecina en un futuro próximo. Y el pedido de los primeros 14 dispositivos de los 24 previstos, aprobada en 2018, para equipar la patrulla acrobática de las fuerzas aéreas rusas, está lejos de dar respuesta a esta necesidad. Sin embargo, con su aviónica moderna, un próximo radar Zhuck-AE AESA, un alcance de combate de 1000 km (este era el principal punto débil del Mig-29, que estaba limitado a 600 km) y un coste de adquisición estimado en menos de Con 25 millones de dólares para Rusia, el Mig35 podría permitir una rápida modernización de una parte importante de la fuerza aérea rusa, que todavía opera con Mig29 y Su24/25, es decir, cerca de 500 aviones en la actualidad.
Asimismo, como demuestra el pedido egipcio de 48 Mig-29M/M2 muy próximos al Mig35, la reciente apertura de negociaciones de emergencia con Nueva Delhi para la entrega de Mig-29 adicionales, o el pedido argelino de 16 nuevos aviones, existe un mercado importante para un dispositivo moderno, ligero y económico. A falta de un mayor apoyo al Mig-35, la industria aeronáutica rusa corre el riesgo de desaparecer progresivamente de este mercado, en favor del F16V estadounidense o del J10C chino, como Francia cuando abandonó la serie Mirage 2000 para dedicarse únicamente a Rafale.