El contrato VBCI para la adquisición de 490 vehículos blindados de combate de infantería por parte de Qatar, anunciado públicamente hace casi dos años, estaría en muy mal estado, según Michel Cabirol, del sitio económico La Tribune.
En cuestión, la acusación del director general del club de fútbol parisino PSG, Nasser Al-Khelaïfi, también muy cercano al emir de Qatar, jeque Tamim Bin Hamad Al Thani, por corrupción de árbitros por parte de las autoridades judiciales francesas.
En represalia, el Emir de Qatar habría ordenado al Ministerio de Defensa lanzar un nuevo programa para sustituir los VBCI de Nexter, al que ya han respondido la finlandesa Patria, la estadounidense General Dynamics y la italiana OTO Melara.
A pesar del viaje de Florence Parly, ministra de las Fuerzas Armadas francesas, el lunes 25 de noviembre a Qatar, último intento de salvar este contrato estratégico de 2 millones de euros y cuyos resultados se desconocen, el optimismo no era adecuado en Nexter. ni en el Hôtel de Brienne.
Las autoridades francesas se encuentran en una situación muy delicada de gestionar, con, por un lado, un coste industrial muy importante en caso de anulación de un contrato que representa más de 25.000 puestos de trabajo/año para la economía francesa. Según el principio republicano de separación de poderes, no es concebible anular el procedimiento iniciado por las autoridades judiciales para ceder ante el emir de Qatar.
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