En mayo de 2018, un vídeo publicado en las redes sociales mostraba la destrucción de un sistema antiaéreo sirio Pantsir S1 por lo que fue identificado como un dron suicida israelí IAI Harop. El Pantsir, que en ese momento estaba en movimiento, no pudo detectar ni enfrentarse a la amenaza, lo que provocó su destrucción. Este no fue el único ejemplo de este tipo, ya que varios vehículos blindados sirios y rusos fueron presuntamente destruidos por drones kamikazes utilizados por opositores al régimen de Bashar Al Assad, durante los movimientos de la defensa antiaérea encargada de garantizar la protección.
Evidentemente, estas acciones fueron analizadas cuidadosamente por el Estado Mayor ruso, ya que, según el diario Izvestia, fuerzas rusas equipadas con Sistemas Pantsir y Tor-M2 pronto adquirirán la capacidad de disparar en movimiento, para no exponerse ni a sí mismos ni a las fuerzas e infraestructuras que deben proteger durante las fases de reposicionamiento, esenciales para garantizar su protección y la eficacia de su misión.
Según el diario ruso, a principios de 2020 se llevará a cabo un experimento para modificar el entrenamiento de las tripulaciones de los sistemas TOR y Pantsir, con el fin de adquirir la capacidad de disparar en movimiento. Según lo descrito, no parece que un modificación o modernización de sistemas es necesaria, la evolución se refiere únicamente a la formación. Si la experiencia resulta concluyente, se generalizará el enfoque para ofrecer esta capacidad a todos los sistemas y a sus tripulaciones en servicio.
