En 2010, el gobierno británico decidió cancelar el programa MRA4, una versión mejorada y modernizada del avión de patrulla marítima Nimrod, en servicio desde 1969 en la Royal Air Force para garantizar las misiones de vigilancia de espacios marítimos, de anti -Superficie y especialmente la guerra antisubmarina, especialmente en las aguas ardientemente disputadas del Mar del Norte y el Atlántico Norte. Y cuando en 2011 el Nimrod realizó su último vuelo, las fuerzas británicas perdieron todas las capacidades, pero también el know-how, que habían adquirido y desarrollado pacientemente desde la Segunda Guerra Mundial, y que lo convirtieron en uno de los anti - Los submarinos más experimentados de la OTAN.
En 2016, ante la renovación de la flota de submarinos rusa, y el regreso de las tensiones entre Moscú y Occidente, Londres tuvo que resolver para ordenar urgentemente un reemplazo del Nimrod, en la novena aparición del nuevo P9 Poseidon de Boeing, que acababa de entrar en servicio con la Marina de los Estados Unidos. El primero de estos aviones llegó el 4 de febrero al aeródromo de Kinloss, Escocia, que fue la base de operaciones de los Nimrods de la RAF durante la Guerra Fría, a la espera del final de los trabajos de modernización del Base en Lossiemouth, a 20 millas de distancia, en la costa del Mar del Norte. Las tesorerías británicas habrán gastado £ 3 mil millones en los 9 aviones, el equipo de mantenimiento, el armamento necesario y la capacitación del personal.
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