Pese a los acuerdos entre Pekín y Nueva Delhi firmados el 14 de septiembre para rebajar la tensión en la región himalaya de Ladakh, nada ha indicado hasta ahora que las fuerzas presentes hayan aligerado de algún modo sus dispositivos o sus posturas operativas. Al contrario ! Para responder a las últimas declaraciones públicas chinas, la Fuerza Aérea de la India ha decidido poner en escena su última adquisición, el avión de combate. Rafale qui, llegó al país hace menos de 2 meses, ya ha iniciado vuelos sobre este teatro potencialmente explosivo.
Los discursos de circunstancias que enmarcaron la firma de los acuerdos para reducir las tensiones en la zona himalaya de Ladakh, por lo tanto, no habrán tenido efectos significativos más allá de unos días. Si las fuerzas desplegadas a ambos lados de la línea de demarcación han llevado a cabo redespliegues menos agresivos, a nivel regional, el refuerzo militar continúa, tanto para India como para China. Y como hasta ahora, las declaraciones públicas, las posturas y las comunicaciones oficiales aún juegan un papel preponderante en el enfrentamiento silencioso que se está desarrollando en la cima del mundo.
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