Durante la Segunda Guerra Mundial, la isla de Malta, bajo mandato británico, se transformó en una fortaleza defensiva que permitió a Gran Bretaña obstaculizar las ambiciones del eje en el norte de África, desempeñando un papel protagónico en la colapso final de la Italia fascista y la Alemania nazi, quedando sin materias primas, especialmente combustible. La isla se fortaleció tanto que la operación de invasión de Herkules, prevista para noviembre de 1942, y que iba a movilizar a más de 60.000 hombres, 1600 vehículos y cerca de 600 aviones de combate, fue cancelada, ante unos 26.000 defensores de la isla, a diez tanques, ya los 60 a 80 Spitfires y Hurricanes de la Royal Air Force que defendió permanentemente Malta.
Quizás sea un escenario idéntico el que tendrá lugar en la isla de Taiwán. Entonces que Declaraciones de Beijing sobre la "reunificación por la fuerza" multiplicar, al igual que los ejercicios para prepararse, la isla independiente desde 1949 está aumentando rápidamente sus capacidades defensivas, tanto para repeler un asalto aéreo naval como un bloqueo marítimo, así como una campaña de ataques aéreos y cibernéticos. Para ello, Taipei ha multiplicado, en los últimos años, las adquisiciones de equipamiento de Defensa, tanto para modernizar como para fortalecer y ampliar las capacidades defensivas de la isla, con un apoyo cada vez más fuerte de Washington, y pese a una actitud todavía teme a los europeos, que temen las represalias económicas de Beijing.
Queda el 75% de este artículo por leer, ¡Suscríbete para acceder a él!
Los Suscripciones clásicas proporcionar acceso a
artículos en su versión completa, y sin publicidad,
desde 1,99 €.