Para el público en general, la industria de defensa francesa se reduce a varios actores importantes de renombre, como Dassault Aviation, Thales o Naval Group. Sin embargo, estas grandes empresas solo representan una parte de la Base Industrial y Tecnológica de la Defensa Nacional, o BITD, que aunque imprescindible, tendría dificultades para establecerse en Francia así como para exportar sin la red de sub- Trato denso y muy competente representado por la Cadena de Suministro de Defensa. Sin embargo, hoy en día, entre los efectos de la crisis del Covid-19, las dificultades para encontrar un socio bancario o ciertas compensaciones desfavorables vinculadas a compromisos de cooperación internacional, una parte importante de esta Cadena de Suministro se encuentra en gran peligro, y podría se marchitarán en los próximos meses. Sin embargo, este componente clave del BITD francés es fundamental en más de un sentido.
1- Autonomía estratégica
La autonomía estratégica es un concepto muy popular políticamente en Francia hoy. Se destacó especialmente durante la primera ola de Covid, cuando los franceses tocaron la desintegración de la oferta industrial nacional, incapaces de producir máscaras, respiradores o incluso paracetamol. Al igual que en el ámbito médico, las grandes empresas francesas de defensa recurren a un ecosistema de subcontratistas y prestadores de servicios imprescindibles para su actividad. Por supuesto, es posible encontrar alternativas, a veces incluso menos costosas, en otros lugares de Europa, Estados Unidos o Asia.
Queda el 75% de este artículo por leer, ¡Suscríbete para acceder a él!
Los Suscripciones clásicas proporcionar acceso a
artículos en su versión completa, y sin publicidad,
desde 1,99€. Suscripciones PREMIUM también proporciona acceso a archivo (artículos de más de dos años)