En 2018, la industria de la aviación turca logró un éxito notable al firmar la venta de 30 Helicópteros de combate T-129 ATAK, un helicóptero de fabricación local derivado del italiano A-129 Mangusta. Este contrato de 1,5 millones de dólares era entonces el contrato de exportación más importante jamás conseguido por esta industria, lo que permitía a Ankara alimentar la esperanza de posicionarse como un actor internacional en este mercado firmemente dominado por estadounidenses, europeos y rusos desde hace varias décadas. Sin embargo, con la intervención militar en Siria y la adquisición de baterías de sistemas antiaéreos S-400 de Moscú, Turquía, desde 2019, ha sido objeto de severas sanciones tanto de europeos como de estadounidenses con respecto a la exportación de ciertas tecnologías de defensa, y en particular las turbinas T-800 LHTEC resultantes de una empresa en participación entre Rolls-Royce y Honeywell, que propulsan la aeronave.
En varias ocasiones, las autoridades paquistaníes habían dado tiempo a Turquía para intentar solucionar el problema, ya fuera obteniendo las necesarias licencias de exportación de Washington, o equipando el aparato con otro modelo de turbina. A pesar de los esfuerzos turcos por cambiar la posición estadounidense, sin renunciar a las baterías S-400, el fusión con Ucrania y automovilista Motor-Sich, y los esfuerzos realizados por la industria turca para intentar desarrollar una turbina de producción local, el contrato acaba de ser denunciado por las autoridades paquistaníes, Así lo confirmó el jefe de relaciones públicas del Ministerio de Defensa del país, Gral. general Babar Iftikhar.
Este último también precisó que Islamabad se había comprometido a acercarse a Pekín con vistas a adquirir, como solución alternativa, una flota de'Helicópteros de combate Z-10ME, una versión modernizada destinada a la exportación del helicóptero de combate y combate antitanque en servicio con el Ejército Popular de Liberación desde 2012. Cabe señalar que Pakistán había adquirido 3 de estos aviones en una versión anterior en 2015, pero finalmente optó por el T-129 en 2017. El Z-10ME, presentado por primera vez en 2018, tiene blindaje reforzado, turbinas un 20% más potentes que la versión de origen (que estaba en gran parte submotorizada...), de aviónica modernizada y nuevos sistemas de defensa. También puede implementar las últimas versiones de municiones aire-superficie chinas, como el misil antitanque HJ-10 y el misil aire-aire TY90.
Queda el 75% de este artículo por leer, ¡Suscríbete para acceder a él!
Los Suscripciones clásicas proporcionar acceso a
artículos en su versión completa, y sin publicidad,
desde 1,99€. Suscripciones PREMIUM también proporciona acceso a archivo (artículos de más de dos años)
Los comentarios están cerrados.