Ante simultáneamente un aumento de las amenazas y una disminución de los recursos humanos movilizables, las fuerzas de autodefensa japonesas han iniciado una profunda transformación de sus futuros programas de equipamiento, para recurrir a drones y soluciones robóticas siempre que sea posible.
El rápido y masivo endurecimiento de las amenazas chinas y norcoreanos en la península japonesa llevó a las autoridades japonesas a iniciar profundos cambios en el campo de la defensa.
Más allá deun Libro Blanco que rompe con la tradición japonesa en este ámbito, y la ambición ahora asumida de aumentar el esfuerzo de defensa del 1 al 2% del PIB, es decir, el doble del presupuesto de Francia para el mismo esfuerzo, Tokio también ha anunciado numerosos programas basados en el uso masivo de capacidades de ataque de largo alcance, pero también de muchos drones en lugar de sistemas que utilicen el recurso más difícil de movilizar en el archipiélago: los recursos humanos.
Si hasta ahora los anuncios eran esencialmente cualitativos, relacionados con ambiciones a largo plazo y programas de desarrollo o adquisición necesaria para lograrlo, La Agencia de Adquisiciones, Tecnología y Logística de Japón acaba de publicar un informe actualizar las ambiciones de sus programas en curso, lo que ofrece una visión más concreta no solo de las ambiciones, sino también del calendario al que apunta Tokio.
En este nuevo informe, el número de aviones de patrulla marítima Kawasaki P-1 se reduce así de 70 a 61 aviones, mientras que a finales de febrero, las autodefensas navales japonesas anunciaron que pretendían mira al MQ-9B SeaGuardian de General Atomics para llevar a cabo parte de las misiones de vigilancia y patrulla marítima, incluso en el ámbito de la guerra antisubmarina.
Especialmente diseñado para llevar a cabo este tipo de misiones, el SeaGuardian, una evolución del MQ-9 Reaper, puede transportar 40 sonoboyas grandes, u 80 boyas pequeñas, y lleva un potente radar Leonardo Seaspray AESA con síntesis de apertura inversa, lo que le confiere una excelente calidad naval. capacidades de detección, incluso en zonas costeras. Así equipado, el dron puede mantener una patrulla de 8 horas a 1.200 kilómetros de su base, esencialmente el mismo rendimiento que el ofrecido por el P-2.200, aparte de portar armas.
Es probable que la probable llegada del SeaGuardian también haya influido en la decisión anunciada de reducir la flota de helicópteros SH-60K, siendo ahora la flota objetivo de 71 aviones durante los próximos 20 años, en comparación con los 91 aviones de los 15 años anteriores.
De hecho, los destructores y fragatas japoneses, que implementan precisamente el SH-60K, operan con mayor frecuencia en relativa proximidad a las costas del país, por lo tanto, con el apoyo potencial de los SeaGuardians y los P-1, con limitaciones de implementación, el trabajo es menos importante que el de los SH-XNUMXK. a bordo de helicópteros navales, aunque estos últimos tienen capacidades únicas, como la posibilidad de utilizar un sonar de buceo así como un detector de anomalías magnéticas, muy útil para determinar la posición precisa de un sumergible con el fin de entregar la munición.
Por el contrario, la nota elaborada por la agencia japonesa prevé un aumento significativo del número de aviones de apoyo a la flota de cazas, con la adquisición de 18 aviones de alerta temprana E-2D Hawkeye frente a los 13 previstos inicialmente, así como 15 KC- 46A aviones cisterna Pegasus, 5 más de los previstos en el plan.
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[…] Para responder a estos déficit recurrentes, las autoridades japonesas han emprendido tres acciones complementarias. Por un lado, se ha creado una comisión con el objetivo de elaborar una serie de recomendaciones para este verano para mejorar el atractivo de la profesión de las armas en el archipiélago, y así aumentar la contratación y retención de personal. Entre los ejes previstos está el aumento de salarios para alcanzar los salarios ofrecidos por el sector privado, pero también la mejora de las condiciones de vida de los soldados y sus cónyuges. El segundo eje se basa en la constitución de una mayor reserva operativa, aunque según el estado mayor japonés, las fuerzas de reserva no alcanzan la eficiencia operativa de las fuerzas profesionales, debido a un mejor entrenamiento. Finalmente, las FADJ han iniciado un vasto y rápido cambio para incrementar la robotización de los ejércitos, reemplazando en lo posible las tripulaciones por inteligencia artificial. Es con esto en mente que hace unas semanas anunciaron su intención de reemplazar sus helicópteros de combate y reconocimiento por drones, así como una importante reorganización de las adquisiciones de equipos para encajar en esta dinámica... […]
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