Para Estados Unidos, la India representa una cuestión de defensa estratégica, particularmente en lo que respecta al control del ascenso de las fuerzas militares chinas. India y China no sólo son las dos mayores potencias económicas y demográficas del continente, sino que comparten más de 3000 kilómetros de fronteras terrestres.
Además, Nueva Delhi tiene un poderoso ejército convencional y una importante fuerza nuclear. De hecho, en muchos aspectos, India representa para Washington la clave para mantener bajo control la amenaza china en las próximas décadas.
Por tanto, no sorprende que Estados Unidos esté haciendo esfuerzos muy importantes para establecer vínculos sólidos con el país y esté aumentando el número de reuniones oficiales sobre este tema.
Esto fue especialmente así a principios de semana, durante una breve visita del Secretario de Defensa estadounidense, Lloyd Austin, a reunirse con su homólogo indio, Rajnath Singh, para impulsar un nuevo plan que pretende ser muy ambicioso para aumentar la cooperación tecnológica a través de una nueva asociación industrial de defensa entre los dos países.
De acuerdo con el comunicado de prensa estadounidense, Washington y Nueva Delhi han acordado incrementar de manera muy significativa su colaboración en esta área, ya sea para diseñar y producir equipos existentes, como para emprender nuevos desarrollos conjuntos, en muchos campos que van desde el combate aéreo hasta la guerra submarina, incluidas las tecnologías de inteligencia y vigilancia.
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