Desde su llegada al programa MGCS en 2019, el grupo industrial alemán Rheinmetall ha tenido con frecuencia una postura ambigua por decir lo menos, lo que sugiere que no apunta a un buen funcionamiento del mismo. En una declaración reciente, Armin Pappeger, el CEO del grupo de Düsseldorf, dejó en claro que ahora estaba jugando contra el programa franco-alemán de tanques de combate de próxima generación.
La presentación del tanque de batalla KF-51 Panther por la empresa alemana Rheinmetall durante la exposición Eurosatory, hace apenas un año, actuó como detonador en una industria europea de armas blindadas pesadas esclerótica por 30 años de mercado lento desde el final de la Guerra Fría.
No solo se trataba de un demostrador funcional, sino que según el discurso de Rheinmetall, el modelo presentado podría servir como prototipo, ya que había sido diseñado en este sentido por ingenieros alemanes.
Paralelamente a este anuncio, el grupo de Düsseldorf inició, desde ese momento, una campaña de comunicación y cabildeo político, con el fin de presentar su carro como una alternativa al programa franco-alemán Main Ground Combat System, o MGCS, que agrupa a los franceses Nexter y el alemán Krauss-maffei Wegmann dentro de KNDS, pero también Rheinmetall, después de que el grupo protagonizara una intensa campaña política para integrarlo en 2019.
Desde entonces, el programa MGCS, si bien no se ha detenido por completo, se ha visto muy perjudicado, sobre todo porque la llegada de Rheinmetall ha trastocado profundamente el reparto industrial hasta ahora perfectamente establecido entre Nexter y KMW, de modo que Francia y Alemania debería financiar el programa por igual.
De hecho, no contento con haberse unido a él, Rheinmetall vino con requisitos importantes, en particular para administrar, aquí nuevamente en partes iguales con Nexter y KMW, los pilares del programa.
Naturellement, il en est résulté une équation impossible à résoudre, entre un partage industriel équilibré entre la France et l'Allemagne d'une part du fait du cofinancement, et le partage industriel entre les trois industriels, dont deux sont allemands et un seul français , del otro.
Si, como ya hemos comentado, el programa MGCS se ve ahora amenazado más allá de la llegada de Rheinmetall por la explosión de la demanda de tanques de generación intermedia ligada al agravamiento de las tensiones internacionales, la estrategia perseguida por Armin Papperger, director general de la empresa, desde entonces ha sido socavado porllegada de un nuevo tanque KMW, el Leopard 2A8, ordenado inmediatamente por la Bundeswehr, y muy probablemente pronto por la República Checa y Noruega.
De hecho, la avalancha esperada por el KF-51 Panther aún no se ha producido y es posible que nunca se produzca debido al arbitraje de la Bundeswehr a favor de la A8. Sin embargo, el exaltado líder alemán no parece querer desarmarse, sino todo lo contrario.
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