Como consecuencia directa de la crisis del Covid-19 que golpea a Europa desde el pasado mes de marzo, muchas economías europeas se enfrentan a situaciones presupuestarias extremadamente preocupantes, en primer lugar los Países Bajos, potencia económica terriblemente dependiente del comercio mundial, que ahora se plantea reducir su gasto en defensa. Una decisión que podría tener un efecto de bola de nieve sobre otros países de la OTAN, que ya temen las consecuencias presupuestarias de la crisis del Covid-19 para todos sus miembros .
Hoy parece poco probable , teniendo en cuenta las declaraciones de la Ministra de Defensa, Ank Bijleveld, recogidas por el diario nacional De Telegraaf , que el Gobierno holandés cumpla sus obligaciones presupuestarias con la Alianza. De hecho, tras la crisis de Crimea provocada por Rusia en marzo de 2014, La Haya se comprometió junto con sus socios transatlánticos, durante la cumbre de Gales (Reino Unido), a aumentar su gasto en defensa hasta el 2% de su PIB de aquí a 2024. Aunque ya es difícil para lograr –como admite el propio primer ministro holandés, Mark Rutte– los objetivos de defensa declarados del Reino de Bátavo están a punto de ser barridos por la crisis sanitaria que golpea al continente, socavando los notables esfuerzos realizados por el país durante los últimos cinco años.
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